Se puede decir que toda la fauna que nos rodea es beneficiosa o al menos no es perjudicial, siempre que se mantenga un equilibrio natural, puesto que si tenemos el adecuado número de presas y predadores apenas nos daremos cuenta de su presencia y los daños que producen los consumidores de plantas serán inapreciables, algunas hojas mordisqueadas por unas pocas orugas, algún fruto picoteado por pájaros o algunas plantas afectadas por pulgón. Pero en ocasiones el equilibrio se rompe y sobre todo allá donde pone la mano el hombre.
Es muy común y frecuente que fumiguemos nuestras plantaciones, aunque no sea necesario, con ello conseguimos eliminar las especies no deseadas, pero eliminamos también las que nos benefician considerablemente. Cuando los efectos de los productos químicos pasan, las especies no deseadas vuelven a reproducirse, mientras que las especies beneficiosas tardan más en restablecer el equilibrio de su población, por supuesto si las dejamos, ya que en ocasiones un tratamiento químico tras otro se suceden, llegando a diezmar estas poblaciones.
Quizás la fauna mejor conocida y que más aceptación tiene son las aves insectívoras, aunque otras que no están clasificadas como insectívoras también consumen gran cantidad de insectos durante la época de cría e incluso el gorrión común considerado como granívoro, ceba a sus crías con insectos.
Pájaros insectívoros como mosquiteros, zarceros y otros cumplen una excelente función ecológica en los huertos. También entre los paridos, pájaros que no tienen una dieta tan exclusivamente insectívora, pues en ocasiones consumen frutos y semillas son capaces de consumir grandes cantidades de insectos, a veces se les puede ver picoteando las puntas de los tallos que están saturados de pulgón, en la foto un carbonero común, pero su pariente cercano el herrerillo cumple la misma función.
Entre las especies de sangre fría encontramos grandes aliados para mantener a raya a las plagas, me refiero a reptiles como culebras, lagartijas y hasta víboras. También los anfibios contribuyen a restablecer el orden ecológico.
Entre los reptiles, la culebra de escalera (Rhinechis scalaris) es la más frecuente en los inmediaciones de mí huerto. Se trata de una culebra que puede superar el metro y medio de longitud, este ejemplar posiblemente no llegará al metro. Es muy agresiva y en una ocasión recibí un ligero mordisco en la palma de la mano cuando intentaba evitar que entrara por la puerta de casa. Es un predador muy eficaz contra los ratones, ratas y topillos, que sobre todo en invierno se comen las raíces de las hortalizas. También era frecuente la culebra bastarda, pero en los últimos años no he visto ninguna, bueno, sí que he visto alguna atropellada en la carretera o con la cabeza aplastada por algún inculto.
También los sapos consumen importantes cantidades de insectos, sobre todo ejemplares de gran tamaño como el de la foto. Son de hábitos nocturnos y crepusculares aunque con tiempo lluvioso se les puede ver a cualquier hora del día.
Aunque las ranas no transitan por el huerto, salvo en raras ocasiones, si que ocupan su entorno, así pues es fácil encontrarlas, y a veces en grandes cantidades en baldas de riego o acequias, siempre acechantes para poder capturar algún insecto.
El grupo zoológico que más daños causa a la agricultura es sin duda el de los insectos, aunque no todos, pues entre ellos existen una gran variedad de especies que combaten eficazmente a aquellos que forman plagas. Son especies muy voraces, tales como la mantis, libélulas o las aparentemente inofensivas mariquitas y que aunque parece que uno de estos ejemplares tan sólo puede consumir una pequeña cantidad de insectos, hay que entender que el número de ellos es muy elevado, sobre todo si no alteramos su ecosistema.
La Mantis religiosa es uno de los insectos depredadores más voraz, con sus patas delanteras en forma de garras atrapa a sus presas, una de las más habituales los saltamontes. Es famosa por que la hembra tras cópula suele devorar al macho.
Las libélulas son también eficaces cazadores que cazan a sus presas en pleno vuelo. Sus larvas que se desarrollan en el agua también son implacables predadoras. El ejemplar de la foto creo que es un Sympetrum vulgatun, si no es así me gustaría que alguien me lo confirmara.
Otro predador que atrapa sus presas al vuelo es la mosca asesina, sus presas favoritas suelen ser insectos de su mismo orden, osea dípteros en esta ocasión parece que ha capturado una mosca de la fruta. Me sucede lo mismo que con la libélula y aunque me considero un buen naturalista, no soy ningún experto en entomología pero creo que este ejemplar es un Lapharia marginata.
También las tijeretas incluyen a otros insectos en su dieta.
Otra mariquita, menos conocida que la anterior es las de veintidós puntos, de tamaño muy pequeño y color amarillo, que a diferencia de los insectos anteriores su dieta no está basada en ningún tipo de insecto, por ello no deja de ser un importante aliado, pues se alimenta de hongos, muchos de los cuales atacan a las plantas cultivadas.
También las tijeretas incluyen a otros insectos en su dieta.
La mariquita (Coccinella septempuncta) tiene un aspecto más tierno que las especies anteriormente descritas, pero no por ello es menos eficaz, pues tanto la fase adulta como sus larvas son insaciables consumidores de áfidos.
Otra mariquita, menos conocida que la anterior es las de veintidós puntos, de tamaño muy pequeño y color amarillo, que a diferencia de los insectos anteriores su dieta no está basada en ningún tipo de insecto, por ello no deja de ser un importante aliado, pues se alimenta de hongos, muchos de los cuales atacan a las plantas cultivadas.
Al igual que las mariquitas las crisopas son devoradoras de pulgones, tanto el adulto como la larva.
Además
de los insectos existentes otros artrópodos que con sus telas atrapan un gran número de insectos, son los arácnidos. En la
imagen una araña avispa (Argiope bruennichii) que construye sus amplias telas
en matas altas alrededor del huerto y en ocasiones entre las tomateras o matas
de judías enramadas. Tiene la característica de reforzar su gran tela con un
grueso hilo de seda en forma de zigzag. Debido a su aspecto hay quien la
considera venenosa e incluso se le acusa injustamente de algunas inflamaciones
en las manos posiblemente causadas por algún tipo de mosca o mosquito, yo la
considero totalmente inofensiva además de muy bella.
La
lombriz de tierra se alimenta de restos vegetales en descomposición, es muy
beneficiosa para nuestro huerto, pues es la encargada de transformar gran parte
de la materia orgánica que hay en la tierra. Después de haber pasado por su
sistema digestivo en inorgánica, poniendo de nuevo toda esta materia a disposición
de las plantas.