martes, 10 de diciembre de 2013

GRANDES MARIPOSA NOCTURNAS

Si nos sentamos en una noche tranquila junto a una farola en primavera, verano o principios de  otoño, lejos de las grandes ciudades, o sea en  cualquiera de nuestros pueblos que están rodeados de naturaleza. No tardaremos en ver como la farola se llena de infinidad de insectos que se sienten atraídos por su luz, revoloteando a su alrededor, entre ellos se encuentran las mariposas nocturnas, lepidópteros que encuentran en la oscura  noche las condiciones medio ambientales y la protección que necesitan. La gran mayoría de ellas son pequeñas mariposas, pero hay otras que llaman mi atención por tener un tamaño impresionante pudiéndose incluso confundir en la oscuridad de la noche con pequeños pájaros.
Aunque hay varias especies de ellas, voy a dedicar este tema a  cuatro de ellas, la esfinge de calavera, la esfinge de la correhuela y el gran pavón nocturno que han causado en mí una gran admiración desde que tengo uso de razón, sobre todo cuando salía de mi casa en las frescas mañanas y las encontraba en la calle de tierra, pegadas a las paredes de piedra. Cada vez que me topaba con un ser de estos, me preguntaba: "¿de dónde salen tan extrañas mariposas?" Poco a poco, observándolas y documentándome he obtenido las respuestas que tanto deseaba conocer cuando contaba con muy pocos años de edad. Además he tenido la gran suerte de  aumentar mi pequeña lista de grandes mariposas nocturnas que habitan las inmediaciones de la casa en la que yo nací, pues en el año 2007 encontré un ejemplar de  isabelina.


La esfinge de calavera (Acherontia atropos) pertenece a la familia esphingidae. Al parecer su oruga puede alimentarse de varias plantas, siente cierta predilección por las solanáceas, y tengo razones para pensar que las que yo he observado se han alimentado principalmente de la planta de la patata.
La oruga cuando llega el momento de convertirse en  crisálida, se introduce  en la tierra, donde cambia de estado, permaneciendo enterrada hasta que llega el momento de convertirse en mariposa.

A lo largo del año, o al menos en los lugares que yo la he observado, se producen dos generaciones, pudiendo verse volar la primera  en Mayo y Junio, y la segunda generación a finales de verano o principios de otoño, las fotos que muestro fueron tomadas a principios del mes de Octubre.



La esfinge calavera, debe su nombre al dibujo en forma de calavera que presenta en el tórax, sus colores son oscuros y poco llamativos.



Si bien su cuerpo esta totalmente cubierto de pelos, es en la parte inferior donde se hace más notable.



Cuando se le molesta emite un ruido muy característico e intimidante que recuerda al zumbido de las abejas. Luego agita fuertemente las alas hasta que consigue levantar el vuelo costosamente, una vez en el aire, su vuelo es potente.




La esfinge de la correhuela (Agrius convolvuli) aunque en las guías de hace no muchos años aparece como (Herse convolvuli), también pertenece a la familia de las esphingidae, es muy parecida en cuanto a tamaño y forma a la anteriormente descrita, su abdomen es muy voluminoso resultando un tanto desproporcionado respecto a sus alas.
Su oruga se alimenta de convolvuláceas siendo la más común la correhuela, también pasa su fase de crisálida en la tierra.

Se dice que la mariposa de esta especie se la puede ver volar durante finales de primavera, verano y principios de otoño, la mayoría de la veces que yo la he visto ha sido a finales de verano y principios de otoño, no obstante  supongo que eso dependerá de la latitud en que nos encontremos, curiosamente las fotos de ejemplar adulto fueron tomadas el mismo día que tome las de la esfinge calavera, o sea en Octubre.


Mientras realizaba tareas de cavado en el huerto encontré esta crisálida de mariposa, que posiblemente  sea de la esfinge de la correhuela.



En la foto se aprecia el gran volumen de su cuerpo respecto a sus alas, que son sumamente  miméticas, pues si no fuera por las franjas rosa de su abdomen resultaría muy difícil verla.



El gran pavón nocturno (Saturnia pyri), de distinta familia a las anteriormente descritas pues esta pertenece a la familia de las saturniidae.
 Se trata de una gran mariposa, que aunque su cuerpo no es tan voluminoso como el de las anteriores, su envergadura alar alcanza fácilmente los 15 cm, convirtiéndola en la mariposa más grande de la Península Ibérica. No sólo llama la atención su gran tamaño, sino que también causa una gran impresión los ocelos dibujados en sus alas, que simulan los ojos de un búho, y que al parecer le ofrece cierta protección ante el ataque de sus predadores, sobre todo cuando esta posada con las alas plegadas y repentinamente la abre y cierra, simulando un parpadeo.
Además de los simulados ojos, cuenta con otra gran protección contra los predadores, y es su gran tamaño. Moviéndose en la noche y las horas crepusculares, los predadores más habituales suelen ser murciélagos, a los cuales, en la mayoría de los caso casi les supera en tamaño, por lo tanto esta descartada como menú de murciélago, y aunque hay aves nocturnas mayores que los murciélagos, como puede ser el chotacabras, no son capaces de  atraparlas y tragarlas en pleno vuelo, así que sus predadores nocturnos se reducen a pequeñas aves rapaces consumidoras de insectos.
Su oruga por supuesto de gran tamaño, se alimenta de hojas de frutales, almendros y chopos, entre otros, cuando llega el momento de convertirse en crisálida, forma un capullo. Estado en el que permanece hasta que llega el momento de convertirse en adulto.  


El gran pavón nocturno se convierte en mariposa a finales de primavera, aproximadamente a finales de Mayo y principios de Junio.




Por último  mencionar a otra mariposa de la familia de las saturniidae, la cual han descrito en algunas obras naturalistas como la más bella de Europa, a mí también me lo parece, se trata de la isabelina (Graellsia isabellae aunque ahora se le denomina con el nombre de Actias isabellae) y que he tenido el placer de observar muy de cerca y confirmar su extraordinaria belleza. Descubierta en 1849, se trata de un lepidóptero escaso y poco común, que se le  ha distribuido durante mucho tiempo  en algunas zonas del Pirineo, Montes Universales, sierras de Gúdar, Javalambre, Guadarrama, Segura, y Cazorla.
En estos momentos, por lo que me he documentado, parece ser más amplia su distribución de la que años atrás se le daba a esta especie y en algunos mapas he visto que en la provincia de Teruel, lugar donde he realizado mis observaciones, ya no está restringida su área a los Montes Universales, sino que en estos mapas aparecen pequeñas salpicaduras repartidas por algunas de las sierras del Sistema Ibérico turolense llegando incluso a las sierras castellonenses limítrofes con Teruel.
La mañana del  20 de mayo del 2007, en la Sierra de Oriche (Sistema Ibérico Turolense) encontré el ejemplar que muestro en la fotografía, a tres metros del portal de mi casa, concretamente en el municipio de Monforte de Moyuela. En esos instantes me pareció un hecho sorprendente pero casual, posiblemente esta mariposa había llegado allí accidentalmente, pero en mayo del año 2010 se repitieron los hechos, apareciendo justo en el mismo lugar y aproximadamente a la misma hora (primeras horas del día) otra Actias isabellae, por lo tanto me gustaría aportar estos datos por si no se tiene conocimiento de esta distribución.
Su oruga se alimenta de las aciculas de algunos pinos y tan solo aparece, a lo largo del año una generación.



Este ejemplar de Graellsia isabelae apareció dentro del casco urbano de Monforte de Moyuela, aunque en los alrededores del lugar donde la encontré hay unos pocos pinos (no más de diez) plantados como árboles ornamentales, dudo que su oruga se hubiera alimentado en ellos y lo más probable es que procediera del pinar  más cercano (a 2 ó 3 kilómetros) de pino laricio (Pinus nigra), pues es uno de los pino por el cual  sus orugas sienten predilección.

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