Aunque en
la Península Ibérica habitan tres clases de palomas y dos de tórtolas, me voy a centrar en la paloma bravía (Columba
livia), la torcaz (Columba palumbus) y la tórtola turca (Streptopelia decaocto).
LA PALOMA
BRAVÍA (Columba
libia)
La paloma bravía es la más común de todas
las palomas y posiblemente de casi todas las aves que habitan la Península
Ibérica. De ella descienden todas las razas de palomas domésticas y sin duda
alguna las palomas de nuestras ciudades, de hecho, se puede decir que todas
ellas son una misma especie. Aunque son muchas las diferencias morfológicas entre
ellas, si las comparamos con las buchonas,
arcángel, capuchinas, colipavas, mensajeras, romanas y así podríamos mencionar
una larga e interminable lista, también es muy
distinto su comportamiento y hábitos. Mientras que las palomas domésticas
son sumamente dóciles, las bravías son todo lo contrario, siendo muy difícil
acercarse a ellas a menos de 200 o 300 metros.
Estos cortados son el hábitat original de la paloma bravía, en sus grietas,agujeros y repisas hace sus nidos. |
Sus lugares
de cría son los propios roquedos en los que habitan, torres de iglesias,
palomares diseminados por los campos de cultivo, huecos en paredes altas de
piedra y en edificios rurales abandonados. El nido lo hacen con unas pocas
ramitas, y en ocasiones, directamente en el suelo, como sucede en los nidos de
yeso que se les construye en los
palomares. La puesta es siempre de dos huevos, que incuban durante
dieciocho días, los pichones son alimentados durante los primeros días de su
vida con una especie de leche que ambos
padres fabrican en el buche y que a medida de que el pichón va creciendo van
sustituyéndolo por granos más o menos reblandecidos conforme avanza su edad.
Tras la siega los bandos de palomas bravías recorren los rastrojos en busca de semillas y granos de cereal que han caído al suelo |
Palomar sobre un monte que domina los cultivos cerealista. |
Si bien la paloma doméstica ha tenido
una gran influencia para el hombre, posiblemente la paloma bravía le haya superado, pues ha
tenido una gran importancia económica, ya que de aquellos viejos palomares
situados en medio de los campos de cereal se obtenían pichones, palomas y la
preciada palomina, mientras que el gasto de manutención era gratis ya que la
palomas vagaban libremente por el campo, tan solo se les aportaba sal y en
ocasiones agua, que se dejaba al alcance de ellas en el palomar.
En los edificios dedicados a palomares se habilitaban entradas para que las palomas accedieran a su interior. |
Este es el interior de un palomar, hecho con madera y con el fondo de yeso. en ocasiones la densidad de palomas era tal que se veían obligadas a hacer sus nidos en el suelo. |
En este antiguo nido hecho de yeso todavía se pueden ver restos de las ramitas que lo componían. |
Los pichones, eran muy estimados años atrás su carne es tierna y muy sabrosa. Con ellos se elaboraban platos exquisitos, se cocinaban en escabeche y se hacía un caldo que era muy apreciado como reconstituyente para personas convalecientes.
Cuando la densidad del palomar era muy alta, se esperaban a que anocheciera y entonces se cerraban las salidas del palomar y se atrapaba el número de palomas deseado. La carne de estas palomas era dura y correosa con lo cual eran poco apreciadas como alimento, pero si que eran muy estimadas para los clubes de tiro deportivo, y que utilizaban como blanco, pagando por ellas importantes cantidades de dinero.
Por último
la palomina (excremento de la paloma), muy buscado hasta que los abonos
minerales invadieran el mercado, muy rico en nitrógeno, se debía dosificar
correctamente, pues su exceso podía causar daños al cultivo.
El color original de la paloma bravía es gris azulado con reflejos metálicos en cuello y pecho, y con unas franjas negras en las alas. En la actualidad los sucesivos cruces con palomas domésticas han originado individuos de distintos colores, e incluso muchos de los individuos que todavía conservan el color original, han perdido el brillo metálico intenso que lucían sus antepasados. Siendo muy habitual ver grandes bandos en los que se distinguen ejemplares blancos, casi blancos y marrones.
Color original de la paloma bravía. |
Ejemplar de color negro.
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Hay que
tener en cuenta que las palomas han sido, junto con perros, canarios y gallinas,
una de las especies domésticas que más modificaciones genéticas ha sufrido
(selección artificial), debido a mutaciones y sucesivos cruces, dando como
resultado individuos de todas formas, colores
e incluso tamaños. Quiero explicar de una forma sencilla y clara algunas
de las mutaciones en el color de las palomas sin ser excesivamente técnico, el
color de la paloma tiene un fondo blanco y sobre este fondo se depositan pigmentos de
colores negros y rojizos, llamados eumelaninas y feomelaninas. La superposición
de dichos pigmentos dan como resultado el efecto óptico que hace que nosotros veamos las palomas tal y como las
vemos, si surge una mutación y desaparece una de las melaninas, por ejemplo la
negra, dará como resultado un individuo de color marrón, si fuera la rojiza,
daría como resultado un individuo oscuro casi negro; si desaparecieran las dos
melaninas, negra y rojiza darían un individuo blanco. Existen también
ejemplares cuya distribución de melaninas se localiza en puntos concretos y
entonces el ejemplar podía ser blanco con manchas bien marrones, negras, grises
en ocasiones simétricas y otras repartidas al azar.
Paloma bravía en su hábitat, aunque se trata de un ejemplar totalmente salvaje, muestra plumas blancas en las rémiges primarias, |
Este otro ejemplar, casi totalmente blanco, formaba parte de un bando de palomas, que habitaba unos cortados de roca, muy alejados del cualquier población. |
Genial!!
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